En la actualidad, las operaciones que se llevan a cabo dentro de los sistemas digitales necesitan protección para que no se pierdan información, datos y activos importantes para los negocios que los necesitan. Es aquí donde entra la ciberseguridad, que debe estar al tanto de todas las amenazas que existen.
La ciberseguridad se refiere a cualquier tecnología, medida o práctica para prevenir ciberataques o mitigar su impacto. Su objetivo es proteger los sistemas, aplicaciones, dispositivos informáticos, datos confidenciales y activos financieros de personas y organizaciones contra virus informáticos, ataques de ransomware y otras amenazas cibernéticas. La ciberseguridad busca proteger la infraestructura digital y garantizar la confianza en el comercio, la comunicación y la navegación en línea.
En 2023, el costo promedio de una filtración de datos fue de 4.45 millones de dólares, y las filtraciones relacionadas con ransomware fueron aún más costosas, con un promedio de 5.13 millones de dólares. La ciberdelincuencia se estima que le costará a la economía mundial 10.5 billones de dólares al año para 2025 (IBM). Para combatir estas amenazas, los equipos de seguridad se centran en estrategias integrales de ciberseguridad que utilizan análisis avanzados, inteligencia artificial y automatización.
La ciberseguridad es esencial para proteger los datos, garantizar la confidencialidad y mantener la integridad de los sistemas. Algunos beneficios que se obtienen al implementar medidas de ciberseguridad:
- Mayor seguridad de los datos: La ciberseguridad protege la información de tu empresa mediante el uso de firewalls, encriptación y monitoreo de actividades sospechosas. Esto garantiza que los datos sean confiables y seguros, especialmente en empresas que manejan grandes cantidades de información.
- Mejor control de acceso: Estrategias de ciberseguridad limitan el acceso no autorizado a los datos y recursos de la empresa. Las verificaciones de usuarios, contraseñas seguras y herramientas de seguridad ayudan a minimizar el riesgo de robo o alteración de datos.
- Protección de la infraestructura de red: La ciberseguridad protege la red y los sistemas de posibles vulnerabilidades digitales. Esto incluye la instalación de software de seguridad, control de acceso y capacitación de empleados para usar la red con precaución.
- Cumplimiento legal: Implementar medidas de ciberseguridad ayuda a cumplir con las regulaciones y requisitos legales. Esto es crucial para evitar sanciones y mantener la confianza de los clientes.
- Continuidad del negocio: La ciberseguridad garantiza que los sistemas estén disponibles y funcionando incluso después de un ataque. Esto minimiza el tiempo de inactividad y asegura la continuidad de las operaciones.
La ciberseguridad nos protege de amenazas cibernéticas, que se refiere a cualquier posible ataque malicioso que busca acceder ilegalmente a los datos, interrumpir las operaciones digitales o dañar la información. Los atacantes cibernéticos pueden utilizar los datos confidenciales de una persona o empresa para robar información o acceder a sus cuentas financieras, entre otras acciones potencialmente dañinas. Los tipos de amenazas cibernéticas más comunes son:
- Malware: El malware es software malicioso que incluye spyware, ransomware, virus y gusanos. Se activa cuando un usuario hace clic en un enlace o archivo adjunto malicioso, lo que conduce a la instalación de software peligroso.
- Troyano: Un troyano es un archivo, programa o fragmento de código que aparenta ser legítimo y seguro, pero en realidad es un malware. Estos troyanos se empaquetan y entregan dentro de software legítimo, y suelen diseñarse para espiar o robar datos. Algunos troyanos también descargan malware adicional después de instalarse.
- Denegación de Servicio (DoS): En un ataque DoS, el atacante sobrecarga un sistema o red con tráfico falso o solicitudes, lo que provoca la interrupción del servicio para los usuarios legítimos.
- Hombre en el Medio (MitM): En un ataque MitM, el atacante intercepta y manipula la comunicación entre dos partes, lo que les permite robar información o alterar los datos transmitidos.
- Phishing: Los ataques de phishing implican engañar a las personas para que revelen información confidencial, como contraseñas o números de tarjetas de crédito, haciéndose pasar por una entidad legítima.
Es fundamental que los profesionales de la seguridad cibernética estén al tanto de estas amenazas y trabajen para mantener los datos privados protegidos.