¿Te interesa conocer más sobre los términos que se utilizan en el sector inmobiliario actualmente? Al momento la experiencia del cliente con relación a las empresas inmobiliarias es una prioridad para este sector, que busca volver estas prácticas tanto eficientes como satisfactorias. Para ello es necesario que los procesos internos sean lo más eficientes posibles, así como la coordinación con otras empresas, si se requieren.
El CRM y el CEM son dos conceptos fundamentales en el sector inmobiliario actual y buscan mejorar la relación con los clientes. Aunque comparten objetivos similares, se diferencian en su enfoque. Mientras el CRM se enfoca en la gestión de la relación y la optimización de procesos, el CEM se centra en ofrecer experiencias excepcionales y personalizadas.
- CRM: Un CRM (Customer Relationship Management o Gestión de Relación con los Clientes) es un conjunto de prácticas, estrategias comerciales y tecnologías enfocadas en la relación con el cliente. En esencia, un software CRM permite a las empresas rastrear cada interacción con usuarios, leads y clientes actuales, centralizando toda la información relevante. Así, las organizaciones pueden anticipar necesidades, optimizar la rentabilidad, aumentar las ventas y personalizar campañas de captación de nuevos leads. En resumen, el CRM va más allá de una simple plataforma o software; es una estrategia integral que abarca ventas, marketing, atención al cliente y todos los puntos de contacto con los clientes.
- CEM: El CEM (Customer Experience Manager o Manejo de Experiencias de Clientes) se refiere a los procesos que utiliza una empresa para gestionar las experiencias de los clientes y así fomentar la fidelización con la marca. En lugar de simplemente utilizar encuestas de calidad o satisfacción, el CEM se enfoca en la era digital, aprovechando Internet y las redes sociales para interactuar con los clientes de manera personalizada. Algunos beneficios del CEM incluyen mejorar la captación de clientes, humanizar la marca y conocer mejor a los clientes.
Las empresas rápidamente pueden optimizar sus prácticas a través de los sistemas de ERP, sin que se requiera intervención manual. El objetivo es dar a los usuarios una visión completa a tiempo real de las operaciones comerciales de la empresa.
- ERP: El ERP son las siglas en inglés de “Planificación de Recursos Empresariales”. En términos sencillos, el ERP abarca todos los procesos de negocio centrales necesarios para operar una empresa, como finanzas, recursos humanos, fabricación, cadena de suministro, servicios y más. Básicamente, ayuda a gestionar eficientemente todos estos procesos en un sistema integrado. Es como el sistema de registro de la organización. En resumen, un sistema de ERP es esencial para automatizar, integrar e impulsar la eficiencia de las operaciones diarias de una empresa.
La digitalización ha sido un cambio radical dentro del tema de gestión de empresas y el comercio electrónico las ha impulsado a adoptar nuevas estrategias. Inicialmente, las empresas vendían directamente a los consumidores a través de tiendas en línea, pero en la actualidad el mercado digital ha tomado nuevas dimensiones. En respuesta a ello, se ha generado una segmentación de estrategias que introdujeron conceptos nuevos como B2B y C2C. Es fundamental comprender estos enfoques para aprovechar al máximo el comercio electrónico en la actualidad.
- B2B: “Business-to-Business” o “Empresa a Empresa”, se refiere a las transacciones comerciales entre dos empresas. En este contexto, una empresa vende productos o servicios a otra empresa en lugar de a consumidores individuales. Es común en la cadena de suministro, donde los fabricantes venden a mayoristas o minoristas, o cuando las empresas colaboran en proyectos conjuntos.
- C2C: “Consumer-to-consumer” o “Cliente a Cliente” es la abreviatura utilizada en comercio electrónico para definir una estrategia entre clientes. Se refiere a un modelo de negocio en línea que conecta directamente a los usuarios finales entre sí para comprar y vender productos o servicios. En otras palabras, el C2C implica la comercialización de bienes entre particulares, aprovechando plataformas digitales y sitios web específicos.
Estos son términos base que te ayudarán a entender las funciones que realizan las empresas al momento de mejorar sus procesos internos para que la experiencia del cliente sea la mejor posible.