Como cualquier otra propiedad material, los inmuebles también tienen un tiempo determinado de vida útil, pues con el paso del tiempo y debido a las condiciones climáticas a las que se expone, el deterioro estructural se hace evidente.
Conocer la vida útil de un inmueble es importante por múltiples razones; la primera de ellas es porque conocer el estado y la antigüedad de las estructuras que lo conforman permite planificar el mantenimiento y prever las reparaciones que sean necesarias. Para los inversores, conocer la vida que ha tenido un inmueble es importante porque es la clave para evaluar el potencial de rentabilidad y riesgo de la propiedad. Así mismo, la antigüedad del inmueble puede influir en las normativas urbanísticas que lo afectan, algo que es decisivo para futuras modificaciones. El contexto histórico del inmueble puede aportar valor sentimental y cultural, aumentando su atractivo, sin embargo, es igual de importante conocer la vida útil de las instalaciones y materiales ya que gracias a esto se pueden identificar problemas potenciales y prevenir una catástrofe.
Generalmente, el tiempo de vida útil de una construcción se define a partir de la evaluación de la condición en la que se encuentra, así como los materiales usados. Así mismo, se emplea el método físico de valuación de construcciones en México, estableciendo el periodo promedio del inmueble, de acuerdo con los siguientes datos:
De acuerdo con la National Association of House Builders (NAHB), el valor de vida de un inmueble puede identificarse con base en los siguientes aspectos:
- El estado en el que se encuentra el inmueble.
- Tipo de materiales utilizados.
- Cimentación.
- Albañilería.
- Tipo de construcción y su material.
- Aspectos específicos, como la zona en la que se encuentra o los servicios con los que cuenta.
Estos elementos son de utilidad cuando se necesita hacer una valoración rápida sobre el inmueble, al igual que un listado de vida útil de materiales de construcción proporcionados por la misma NAHB. “Por ejemplo, los acabados y muebles de carpintería tienen un duración promedia de 40 años, el aluminio 45 años, las pinturas de 20 años, la herrería 70 años y los galvanizados 30 años” (vivanuncios, 2024).
Si anteriormente se han realizado reparaciones o remodelaciones considerables, esto afectará en el valor de venta de un inmueble, debido a que el mantenimiento constante alarga la vida útil de una propiedad, ya que se encuentra en óptimas condiciones. La combinación de estos factores permite estimar el tiempo de vida útil de un inmueble, generalmente a través de análisis técnicos y estudios de ingeniería.
Conocer la vida útil de un inmueble es crucial para tomar decisiones informadas sobre su compra, venta o inversión, ya que permite evaluar su valor real, planificar adecuadamente el mantenimiento y las reparaciones necesarias, y anticipar posibles problemas estructurales.